#SomosEmpresasConI

Las empresas de inserción tenemos una particularidad que nos diferencia del resto de empresas. Nuestra visión pasa por poner la actividad empresarial, y las oportunidades laborales que de ella se deriven, al servicio de las personas más vulnerables. Son ellas las que están en el centro de nuestra actividad.

Lo que hacemos sólo tiene sentido si con ello logramos facilitar puestos de trabajo a personas en situación o riesgo de exclusión social. Trabajamos, por tanto, para que, a través de una experiencia laboral, estas personas adquieran conocimientos, habilidades y competencias técnicas y sociales que les permitan encarar con mayores garantías de éxito la obtención de un empleo en una empresa convencional. Por ello, quien trabaja en nuestras empresas no sólo desempeña una ocupación laboral, sino que se compromete en un proceso de acompañamiento personal y profesional que facilite su futuro tránsito al mercado laboral sin apoyos. 

A través del empleo, por tanto, conseguimos que cientos de personas recuperen su autoestima, se integren en la sociedad y mejoren su situación económica y social. Las 29 empresas que forman parte de AMEI resumimos todo lo anterior en la letra i. La i de impacto.

Este impacto se traduce, en primer lugar, en la generación de empleo. En este sentido, entre 2020 y 2022 nuestras empresas han creado más de 600 puestos de inserción, buena parte de ellos a jornada completa. Estas oportunidades profesionales generaron, también, un impacto en la transición al mercado laboral sin apoyos. Así, en 2021, más del 70% de las personas que finalizaron su itinerario en una empresa de inserción miembro de AMEI lograron un contrato de trabajo en el mercado ordinario.

Nuestro impacto también tiene enfoque de género. Más de la mitad de las personas que contratan las empresas de inserción que forman parte de AMEI son mujeres, y, en 2021, el 10% de los contratos de inserción fueron firmados por víctimas de violencia de género.

Pese a que el impacto social es nuestra razón de ser, el económico es también muy relevante. En los últimos 3 años, el volumen de negocio de las empresas que forman parte de AMEI superó los 30 millones de euros. Nuestra actividad redunda, además de en el empleo, en el fortalecimiento de la economía, de la Comunidad de Madrid en general, y de los barrios y localidades en los que se sitúan nuestras empresas en particular. Aranjuez, Getafe, Madrid y Móstoles son las ciudades en las que se concentra la gran mayoría de nuestra actividad productiva y de servicios.

Esa actividad empresarial tiene, también, un impacto en el retorno económico que revierte en el conjunto de la sociedad a través de la fiscalidad. Entre 2020 y 2022 nuestras empresas han retornado a la hacienda pública más de seis millones de euros en concepto de impuestos y cotizaciones sociales. Esta cantidad es muy superior a la que recibimos en concepto de ayudas y subvenciones para nuestra actividad, lo que demuestra que nuestro impacto social es, además, rentable para el sector público. Los números nos dicen que, en 2021, cada puesto de inserción a jornada completa supuso un ahorro para las Administraciones públicas de 6.400€.

Podemos decir, por tanto, que nuestro impacto es claramente positivo, tanto desde el punto de vista social, como económico y de responsabilidad fiscal. Con ese convencimiento, las empresas de inserción de la Comunidad de Madrid queremos seguir fortaleciendo junto a ciudadanía, Administraciones y empresas contratantes este movimiento a favor de la inserción laboral de colectivos vulnerables. Desde la compra y la contratación responsable, tanto particulares, como sector privado y público, pueden hacer mucho para que este movimiento siga creciendo y, por tanto, para hacer que la i de nuestro impacto sea cada vez más relevante en la sociedad madrileña. De todas y todos depende. Desde las empresas con i, esperamos contar con vuestro apoyo.