El concepto de economía social aparece en las postrimerías del siglo XVIII a través del nacimiento de las primeras cooperativas, asociaciones y mutualidades, caracterizadas fundamentalmente por satisfacer necesidades o aspiraciones de sus miembros. La “economía social”, como concepto económico no aparece sin embargo hasta el primer tercio del siglo XIX. Con esta expresión se ha querido identificar una forma diferente de emprendimiento, caracterizada por una serie de notas que la distinguen de las empresas públicas y de las empresas mercantiles. Esa forma diferente de hacer empresa es la que caracteriza inicialmente a las cooperativas, mutualidades y ciertas asociaciones.
Estas entidades tienen en común su finalidad, que no es lucrativa sino de servicio a sus socios y a la colectividad, y ciertas pautas de comportamiento como son el libre y voluntario acceso a la condición de socio; la gestión democrática de la empresa; la doble condición en sus socios de consumidores o proveedores y propietarios de los medios de producción; la igualdad de derechos y obligaciones de aquellos; el destino de los excedentes al crecimiento de la empresa o a mejorar los servicios a los socios, y por último, la contribución al desarrollo de las comunidades en las que se ubican. Todas estas notas, destacadas en la Carta de la Economía Social suscrita en 1982 por los representantes de las asociaciones, mutualidades y asociaciones francesas, son comunes a las empresas de economía social y a la vez diferenciales de otras formas jurídicas de organización empresarial.
Con el tiempo, el concepto de economía evolucionó para incorporar también a las fundaciones, a pesar de que algunas de las notas comunes no son de aplicación a este tipo de entidades, ya que la fundación no tiene por sí misma una base asociativa, sino que se constituye como un patrimonio dotado de personalidad jurídica.
A finales del siglo XX este concepto de economía social adquiere reconocimiento a nivel europeo a través de la Sociedad Cooperativa Europea. Será la Carta de Principios de Economía Social de 2002, de la Conferencia Europea de Cooperativas, Mutualidades, Asociaciones y Fundaciones la que establecerá a nivel europeo los principios que, desde entonces, regirán la economía social, y que propiciaron el nacimiento de la Asociación Europea de Economía Social- Social Economy Europe.